A veces las malas sensaciones nos inundan, sientes un “crack” dentro que te rompe el alma, un frío que te cambia de actitud y te hace pensar que todo se derrumba. La vida y tus sueños.
La vida no es siempre de colores, pero tenemos la obligación de buscar el arcoíris y no verlo todo negro. La vida no es algo que te vaya a atar a una columna y golpearte sin parar para ver si eres tan fuerte que consigues levantarte. Pensar así es un actitud victimista, propia de aquellos que les echan la culpa de sus males a los demás, sin darse cuenta de que son los únicos responsables de lo que ocurre.
Te podrá golpear una y más veces sin esperarlo. Golpes que tendrás que superar y que te harán más fuerte. Pero no te va a tener sumiso en ese estado, esperando continuos golpes.
Si quieres luchar por algo realmente te dejas de poner excusas, autoengaño, y vas a por ello. No por demostrarle nada a nadie, sino por ti, porque tienes que creerte merecedor de tus metas, porque luchas tanto por ellas que las acabas consiguiendo. Es un topicazo pero nada que merezca la pena es fácil, y lo fácil aburre.
Debes pensar que es lo que realmente te hace feliz y hacerlo. Coger una lista de acciones que te acerquen a ello, a los inconvenientes dales la vuelta para que estén a favor; haz que todo fluya, porque puedes hacerlo.
Se puede escalar desde el suelo, cuando tu creas que todo está en tu contra, siempre hay una luz, siempre hay una puerta. Pero tendrás que sacrificar algo de tí para conseguirlo, sin dejar tu autenticidad por el camino. Tendrás que aprender a no rendirte, a intentarlo una y otra vez cuando falles.
Es trabajo, son horas y horas de dedicación; horas en las que podías estar de fiesta, descansando, haciendo cualquier otra cosa y se las dedicas a tu sueño. No hay descanso porque ese sacrificio te compensa. Pero no te esfuerces para después rendirte, por muy cansado que estés, por muy lejos que te parezca tu meta.
Escuchate a ti, escucha a tu intuición, porque tu eres el que va a dar cada paso. Escucha consejos y críticas porque te servirán de enfoque, pero nadie es portador de la verdad, cada uno la ve desde su prisma, y tu desde el tuyo ya tienes bastante con tu ego; ese que igual te pisa el cuello, que te hace volar imaginariamente.
No es vivir la vida mirándola como un reloj de arena que va vaciándose. Es coger ese reloj con las manos y ser consciente de cada granito de arena que pase. Nada te parará a no ser que tu quieras pararte; y créeme que si te paras, la decepción contigo mismo será tan grande que oirás ese “crack”muy dentro. Entonces vas a tener que frenar para repararte, reinventarte, recomponerte y surgir con más fuerza que nunca.
Estas compitiendo en la más dura competición, contra ti, contra tus limites, contra tus excusas. Vas a ponerte a prueba, vas a estar incómodo, tendrás miedo… pero confía en ti, no puedes ni debes rendirte.
Cada día es un nuevo día, cada momento es un nuevo momento. Vamos! tu camino te está esperando, tienes poder para crear tu vida. Se imparable, no te vayas sin dar todo lo que tengas.