El cuerpo necesita yodo para que producir hormona tiroidea. La hormona tiroidea controla su metabolismo y otras funciones importantes del cuerpo. Es utilizado en el cuerpo para un montón de funciones, tales como moderar el cortisol, antioxidante, desintoxicante de metales tóxicos, promotor del sueño, controlador del estrógeno…
De esta manera muchos órganos como el páncreas, el cerebro, el estómago, las glándulas suprarrenales, los ovarios y mamas, necesitan grandes cantidades de este para poder funcionar. Pero es la glándula tiroides la que se lleva gran parte para el funcionamiento del metabolismo, mantener la temperatura corporal y el correcto funcionamiento de todos los tejidos.
Los niveles bajos de yodo no son la única causa de baja función tiroidea. Pero la falta de yodo puede causar problemas de tiroides. Una deficiencia de yodo en la infancia puede provocar un retraso del crecimiento físico y mental.
El cuerpo no produce yodo por si mismo, sino que tenemos que aportar con la dieta, y por tanto la deficiencia es común. Es más común en los países en desarrollo donde las personas pueden carecer de acceso a suficientes alimentos saludables, o en personas veganas y vegetarianas.
Además de que se pueden producir grandes pérdidas a través del sudor haciendo ejercicio.
Si el yodo escasea, las hormonas tiroideas disminuyen, y esto provoca la caída del metabolismo basal en aproximadamente un 50%; además de desajustes no deseables, como fatiga, aumento de peso, piel seca y pelo débil, dolores musculares, trastornos emocionales como la depresión… Y es especialmente importante para las mujeres, para que nuestros niveles de estrógeno sean los correctos.
El yodo no es un mineral muy frecuente en la dieta. Los adultos generalmente requieren 150 microgramos por día. Las mujeres embarazadas y en período de lactancia necesitan 200 mcg por día.
Las mejores fuentes suelen ser las algas, huevos, productos lácteos, pechuga de pavo, algunos pescados como la lubina, el atún, el salmón, bacalao, abadejo y mariscos, la sal yodada… Debemos asegurarnos de que no nos falte, pero que tampoco lo tomemos en exceso. Cubrir su aporte mediante la dieta y un multivitamínico.
Una ingesta de yodo adecuada podría traducirse en un mejor estado anímico, más energía, mejores resultados al ejercicio y con la dieta si estás en definición.