La tirosina es un aminoácido aromático no esencial, que produce el cuerpo de forma natural a partir de otro aminoácido, la fenilalanina. También podemos encontrarlo en alimentos con alto contenido en proteínas como la carne, pescado, lácteos…
La tirosina es precursor para la síntesis de las hormonas tiroideas responsables de regular el metabolismo, y de la melanina responsable del pigmento de nuestra piel.
Además pasa fácilmente la barrera hematoencefálica. Una vez en el cerebro, es un precursor de los neurotransmisores o catecolaminas dopamina, adrenalina y noradrenalina. Estos neurotransmisores son una parte importante del sistema nervioso simpático, y sus concentraciones en el cuerpo y el cerebro pueden depender de la tirosina en la dieta. Se necesita más tirosina cuando se está en condiciones de estrés, y los suplementos de tirosina pueden prevenir la depleción de noradrenalina inducida por el estrés, mejorando la memoria o declive cognitivo y el rendimiento en situaciones estresantes o de altas demandas cognitivas.
El estrés, tanto físico como psicológico, está atrayendo cada vez más la atención entre los neurólogos. La desregulación del sistema de estrés puede provocar alteraciones en el crecimiento y el desarrollo, y puede conducir al desarrollo de otros trastornos psiquiátricos, deterioro del sistema inmune… Las condiciones estresantes sostenidas y persistentes pueden caer en ansiedad y trastornos como depresión, que además conduce a la producción excesiva de radicales libres.
Las respuestas al estrés son variables y existen diferencias individuales tanto desde el punto de vista fisiológico como de comportamiento en cómo un organismo percibe una perturbación y en los procesos de adaptación resultantes. Pero lo que sí está claro es que es algo que todo el mundo experimenta, y que puede afectar negativamente al razonamiento, memoria, atención al disminuir el nivel de los neurotransmisores.
En un estudio con mujeres expuestas a un estresor, la suplementación con tirosina mejoró significativamente la memoria de trabajo durante una tarea mentalmente exigente. Concluyendo que la suplementación o la dieta rica en tirosina puede promover la mejora cognitiva de manera económica, eficiente y saludable.
Además, se ha demostrado que el suplemento con tirosina estimula al sistema nervioso a padecer en alerta a sujetos con deficiencia de sueño o descanso. En un estudio, una sola dosis de 150 mg por kilo de peso, ayudó a estar en estado de alerta 3 horas sin que disminuyera el rendimiento como era de esperar en una situación normal. Por lo tanto, puede ser útil para contrarrestar las disminuciones en el rendimiento durante trabajo o actividad sostenida junto con la deficiencia de sueño.
Y aunque la tirosina puede proporcionar beneficios cognitivos, no hay evidencia que sugiera que mejore el rendimiento físico. La disponibilidad de tirosina aparentemente no es un determinante de los procesos de fatiga en el ejercicio aún cuando haya estresores ambientales como calor o frio.
En condiciones sin estrés no parece funcionar. Ninguna investigación sugiere que la suplementación con tirosina en ausencia de un factor estresante pueda mejorar el rendimiento mental o aumentar la capacidad intelectual.
Se cree que la depresión ocurre cuando los neurotransmisores en el cerebro se desequilibran; los antidepresivos se recetan con este fin. Debido a que la tirosina puede aumentar la producción de neurotransmisores, se afirma que actúa como un antidepresivo, pero las investigaciones no respaldan esta afirmación, es ineficaz. Excepto en personas deprimidas que cuentan con bajos niveles de dopamina, adrenalina o noradrenalina, si que pueden beneficiarse de la suplementación con tirosina.
Como suplemento, la tirosina está disponible en forma libre L-tirosina o en N acetil L-tirosina. La forma acetilada es más soluble, pero tiene baja la tasa de conversión en el cuerpo; por lo que se necesitan mayores dosis para el mismo efecto.
Es ampliamente utilizada como suplemento preentrenamiento, en dosis de 500mg a 2 g, 30-60 minutos antes del ejercicio, a pesar de que sus beneficios en el rendimiento físico no son concluyentes. Se podrían beneficiar aquellos que entrenan a últimas horas del día tras jornadas muy intensas, en las que ya van al entrenamiento con alta fatiga.
Parece ser efectivo para preservar el rendimiento mental durante situaciones físicamente estresantes o períodos de privación del sueño cuando se toma en dosis que van desde 100-150 mg por kg de peso corporal.
La tirosina parece ser un suplemento seguro para la mayoría de las personas en dosis de 150 mg por kilo de peso, pero puede causar efectos secundarios; dosis más altas de las recomendadas pueden causar malestar gastrointestinal. Y también puede interactuar con medicamentos como los IMAO, o no ser recomendable en personas con problemas de tiroides.