A la comúnmente llamada celulitis en la literatura solemos encontrarla también con otros términos, como paniculopatía edemafibroesclerótica, lipoesclerosis nodular, lipodistrofia ginoide entre otros; la cual es un desorden metabólico localizado en el tejido subcutáneo que provoca alteración en la silueta o contorno femenino. Aunque excepcionalmente puede encontrarse en un 10% de hombres.
Conocer a fondo el problema nos lleva a saber con qué puede mejorarse, o qué beneficia y qué empeora; así como ser conscientes de que quizás las cosas no son como queremos que sean, y establecer la estrategia correcta para mejorar la condición o que no vaya a más. Intentaré describir el problema de la manera más didáctica posible dentro de su complejidad.
Es una condición de la piel que normalmente encontramos en el miembro inferior, y más concretamente en las regiones glúteo-femorales; identificada por la apariencia de piel de naranja, y que es el resultado de diferencias de la piel y del tejido subcutáneo de la mujer; por eso afecta incluso a más del 90% (85-98%) de las mujeres a partir de la menarquia, considerándose una característica sexual secundaria. Aunque puede haber más incidencia según qué grupos étnicos; lo que sí es verdad es que supone un problema estético/emocional de mucha importancia y que afecta a la calidad de vida.
La predisposición a sufrir celulitis es multifactorial, entre estos factores está la genética, el sexo, la edad, el estilo de vida y dieta, el tabaco, el alcohol, la ganancia de peso, el sedentarismo, los desequilibrios emocionales, el número y sensibilidad de los receptores y las influencias hormonales como en el embarazo, lactancia y menopausia. Todos ellos provocan alteraciones en la arquitectura del tejido graso, en su metabolismo y bioquímica.
Los septos fibrosos poseen diferente arquitectura en la mujer con respecto a los del hombre. Se disponen perpendicularmente, frente a una disposición oblicua que adquiere en los hombres; lo que favorece la aparición de celulitis, además de una serie de alteraciones fisiológicas. Estos elementos de sostén aumentan su rigidez causando el aspecto visual característico de los hoyuelos.
No es un problema específico del sobrepeso, ocurre tanto en mujeres delgadas como obesas; aunque el incremento de tejido adiposo exacerba la condición, ya que este presiona a la dermis y favorece la aparición de problemas linfáticos y vasculares, que tiene como consecuencia la dificultad del flujo sanguíneo de la zona y la bajada de la temperatura local de la piel en la zona afectada. Aunque suele ser asintomática, en estados severos se acompaña de dolor e incremento de la temperatura local. Normalmente la clasificamos en I-IV grados, dependiendo de la severidad de sus síntomas.
Hay varias teorías que juntas generan el puzle del desarrollo del problema: por una parte, la existencia de edema, los cambios en la circulación de la zona tanto a nivel linfático como venoso, cambios en la estructura del tejido conectivo, la alteración de las reacciones metabólicas en la matriz intersticial, y trastornos en la lipólisis.
Hay un enorme mercado de tratamientos, que tienen como objetivo mejorar la apariencia enfocándose en 3 pilares fundamentales: mejorar la microcirculación, reducir el edema y aumentar la síntesis de colágeno; pero a pesar de este gran mercado en torno a la celulitis, la evidencia científica es minoritaria y los estudios no han sido esperanzadores en sus resultados, todo lo contrario, pocos son los que muestran algún grado de significancia o muy a corto plazo y lo peor es que muchos de estos tratamientos tienen creciente popularidad entre el público sin tener la más mínima evidencia de mejora del problema. Debería de protegerse más al consumidor regulando este tipo de tratamientos. La pérdida de peso es el tratamiento más frecuentemente empleado que ha mostrado cierta efectividad al disminuir el volumen del adipocito, aunque a muchas mujeres puede empeorar visualmente el problema debido a la laxitud de la piel tras la disminución del volumen. Lo que queda claro es que es un problema muy complejo, con muchas variables o cascadas de eventos que no nos permite un avance hacia su solución y genera un continuo debate en la comunidad científica.
El tejido conectivo se altera entre otras cosas por la importante presencia de estrógenos que activan a los fibroblastos y estos incrementan la síntesis de glicosoaminoglicanos; esto beneficia la retención y el sistema linfático empeora su retorno por un cambio de presiones; este entorno a su vez comprime los vasos sanguíneos y provoca una hipoxia en los tejidos. Además, las citoquinas inflamatorias producidas por los adipocitos también inducen a la síntesis de colágeno. Existe un alto grado de estrés oxidativo en los tejidos afectados.
Además de influenciar al tejido conectivo, el estrógeno tiene papel en la formación de la celulitis a través de sus acciones sobre el propio adipocito y el sistema vascular. En el adipocito aumenta la adipogénesis causando la hipertrofia de este, a causa de una mayor sensibilidad y expresión de los receptores anti lipolíticos alfa-2 adrenérgicos. En el sistema vascular aumenta la permeabilidad del endotelio, lo que acaba incrementando el edema.
Además, desórdenes en las hormonas sexuales generan anormalidades en la composición corporal e impactan sobre las acciones que regulan; por ello un hiperestrogenismo exacerba la celulitis.
La hipertrofia del tejido graso se asocia con una sobreproducción de hialurónico de bajo peso molecular, lo que provoca fibrosis en el tejido, produciendo una heterogénea tensión de los tejidos, endurece los septos y que como mencioné da origen al aspecto piel de naranja.
Anatómicamente la grasa subcutánea está dividida en 2 capas mediante la fascia superficial. La capa más externa y gruesa, llamada capa areolar, tiene la peculiaridad de que sus adipocitos son más grandes, heterogéneos y están dispuestos verticalmente; en esta zona la capilarización es abundante y muy frágil. En la capa profunda lamelar, ocurre lo contrario, los adipocitos son más pequeños, homogéneos y están dispuestos horizontalmente, además de vasos sanguíneos de mayor grosor.
La capa areolar es aún más dependiente del estrógeno, lo que la hace aún más resistente a la lipólisis con más sobreexpresión de receptores alfa-2 en la membrana del adipocito. Por lo que vemos, es en esta capa donde reside el problema.
Antes se creía que el adipocito no se reemplazaba, y sí, tiene una tasa de renovación del 10%; que, a pesar de ser un ratio bajo, supone un cambio importante a nivel de tejido adiposo.
En las regiones más afectadas por la celulitis los adipocitos son de mayor tamaño, y además se ha visto que en personas de alto % graso no solo se hipertrofian, sino que existe una hiperplasia, aumentando en número. Desde que nacemos tenemos un número determinado de adipocitos, nunca vamos a tener menos por medios naturales, pero si podemos tener más. Esta hiperplasia no es deseable y suele verse principalmente en obesos.
Por otra parte, me parece muy importante mencionar aquí que el contenido de agua en el tejido graso es menor al 20% y este se localiza sobre un 16% o más extracelular y el resto intracelular; es decir, un 2-4% dentro del adipocito. Por lo tanto, despéjenos teorías no demostradas de que el adipocito se llena de agua; pero sí que es cierto que el % de agua extracelular puede aumentar hasta el 50% cuando incrementa la cantidad de ácido hialurónico, que en la celulitis hay una sobreproducción de este, y forma un gel junto con el agua, por lo que no es edema de agua libre lo que se forma en los tejidos que pueda drenarse con facilidad por su alta viscosidad.
Del mismo modo, el adipocito se defiende ante el aumento del propio volumen, creando un entorno más rígido creando fibrosis en los tejidos y bloqueando la lipólisis, la cual ya previamente se veía entorpecida por la influencia del estrógeno. Esta fibrosis puede provocar inflamación, la cual entre otros aspectos negativos es la causante de la resistencia a la insulina en este tejido; a su vez puede ser la causante del deterioro de la microcirculación y del transporte linfático. La fibrosis es una de las estrellas del problema, y que también se ve favorecida por el aumento de estrés oxidativo en el tejido. Tratar la fibrosis no es fácil, o más bien, es muy complicado y por eso tratar de erradicar la celulitis es prácticamente imposible; a menos hoy en día.
Por lo que parece ser que el tratamiento de la celulitis debe basarse en: 1) destruir la fibrosis, 2) reducir volumen del adipocito, 3) mejorar la producción de colágeno. Por lo que desde mi recomendación personal dentro de mi conocimiento las posibilidades que veo son: 1) ondas de choque porque es de lo poco que funciona paran fibrosis, 2) pérdida de grasa a través de dieta hipocalórica y ejercicio a, 3) radiofrecuencia para estimular la recolagenización. El tratamiento 1 y 3 sólo pueden ser llevados a cabo por profesional sanitario como es el fisioterapeuta, y porque las máquinas que se necesitan son de grado médico, además del conocimiento de las estructuras y del problema.
La función del masaje como tratamiento es conseguir drenaje linfático y mejorar el retorno venoso en personas que tienen problema de edema o retención; pero como hemos visto este edema imposibilita su evacuación, por lo que las mejoras que se han visto con los masajes son a corto plazo, aunque la estimulación mecánica hace que los fibroblastos produzcan más colágeno y nos viene bien de último paso tras haber atacado la fibrosis. Los rodillos de liberación miofascial parecen mejorar la viscosidad del tejido conectivo y mejorar la composición del colágeno.
Los tratamientos deben de tener una acción multidireccional, sabiendo que cualquier tratamiento debe ser secundario al estilo de vida saludable con entrenamiento incluido y sabiendo que no vamos a eliminar el problema, sino a mejorarlo y a evitar que exacerbe. Tanto el entrenamiento de resistencia como el de fuerza mejoran la celulitis mediante el control del peso, mejorando el flujo de sangre en la zona afectada, la lipólisis y aumentando la masa muscular. Estudios futuros irán encaminados a concretar qué tipo de ejercicio, duración e intensidad son los más apropiados, pero se cree que un entrenamiento pliométrico o con saltos puede empeorar el problema al estimular mecánicamente mediante impacto a los fibroblastos.
La flacidez puede dar origen a que la celulitis se note más, y es un problema que suele encontrarse a menudo en mujeres inactivas, asociado a la deficiencia de masa muscular entre otras cosas. La mejor solución es el entrenamiento de fuerza. La baja actividad física y el sedentarismo no solo facilita la acumulación de grasa, sino que empeora la microcirculación con lo que más votos a favor de la celulitis teniendo un estilo de vida inactivo.
Respecto a la nutrición sabemos que debe de darse un aporte proteico suficiente, los carbohidratos de alto índice glucémico deben ser reducidos y al menos el 20% de los lípidos ingeridos deben ser poliinsaturados.
Como cosmoceútica y suplementos se pueden utilizar aquellos que mejoran el retorno venoso y linfático, como flavonoides, antioxidantes, saponinas, taninos, o plantas como la árnica, ruscus o castaño de indias. De uso tópico tenemos que entender que la piel es una barrera para evitar que nada penetre, por lo que crear un compuesto que penetre un % mínimo y no tenga toxicidad es complicado para el formulador y más concretamente que penetre tan profundo… el retinol es de los pocos compuestos que penetra hasta un 6%, de ahí su gran efectividad. En celulitis también se ha estudiado generando buen impacto a nivel de mejora de la piel a los 6 meses de uso, y además tiene propiedad antiadipogénica; pero dudo que esta pueda darse a través de una crema. Mejorar la hidratación de la piel y su elasticidad nos va a mejorar el aspecto, ya que queda en la epidermis, no podemos tener fe en que una crema mejore un problema tan complejo e interno, aunque la publicidad nos obligue a creerlo.
Así que, para este problema tan complejo, la mejor solución es dieta saludable y entrenamiento combinado de resistencia y de fuerza; dando énfasis de este último y centrándose en el miembro inferior. Si nos ayudamos de algún tratamiento no invasivo, os he recomendado los únicos que tienen algo de evidencia, aunque hay un láser N:yag del que también se vieron mejoras algo significativas; pero que sepáis que no se va a dar magia y que tienen que ser llevados a cabo por profesional sanitario, mucha constancia y paciencia.
Lo negativo quizás, es que vamos cumpliendo años y las ganas de luchar contra nosotras van disminuyendo y pasamos a una fase nueva, la aceptación del problema. La aceptación no conlleva abandonarse, pero si tomarse las cosas de otra manera y mirarse con más cariño; no luchas contra ti, pero si contigo.
Muchas chicas se ponen en contacto conmigo para que les quite la celulitis, ya que algunos se venden como que pueden quitar este problema; yo soy honesta y sincera, no puedo hacerlo, puedo ayudar a llevar un estilo de vida saludable, dar el estímulo apropiado para que la masa muscular mejore y se puede disimular la celulitis, hacer que no vaya a más… pero quién os diga que se quita es que solo quiere vuestro dinero. Tenemos que ser realistas y no por ello se empeora la adherencia al ejercicio.
Y si has llegado hasta aquí y te ha gustado, te doy de todo corazón las gracias, porque lo que lees en un par de minutos tiene una semana entera de trabajo; por eso a veces resulta tan indignante que se apropien del trabajo ajeno, no por el hecho en sí, sino por el tiempo que invertes en ello, y es por lo que un montón de buenos profesionales no solemos estar constantemente subiendo contenido, es inviable poder aportar valor con tanto coste de inversión de tiempo, para que encima te lo plagien.
Respecto a la fecha de publicación, como podéis ver en mi instagram es del 29/05/20. Un saludo
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Magnífico post 👏🏻
Definitivamente ame el artículo… y a vos.
Sos una genia. GRACIAS
Gracias por un artículo tan completo
Excelente artículo. Gracias por tu sinceridad y tu tiempo. Se nota que le has dedicado muchísimo tiempo. Voy a seguir bicheando tu blog☺️
Gracias por tanto 💖. Tengo lipedema grado 1 y el médico me aconsejo cirugía, pero no quiero hacer. Hago deporte de fuerza pero siento que mi alimentación falla… me encantaría hacer parte de tu equipo. Un besote 😘
Gracias por tratar un tema que tanto complejo genera y de la manera en que lo has explicado. A seguir dando la mejor versión de nosotras! Genial post 👌🏼👏🏼